Reflexión: ¿Hemos olvidado a Dios?

David Blázquez González, Cáceres

No podemos discutir que los países occidentales como España, están sufriendo un abandono masivo de la fe católica, poco a poco la religión pierde peso en nuestras vidas, en el día a día de la ciudadanía. En estos últimos años de la historia, se ha establecido una mentalidad relativista y laica en la sociedad, ensombreciendo el cristianismo, religión más profesada hasta la fecha.

Somos conscientes que existe una libertad de creencias y religiosa, y por tanto no se puede imponer un dogma, ni tampoco forzar el abandono de la fe; sin embargo, existe un telón de acero religioso en la sociedad española, la población practicante no es vista con buenos ojos por el colectivo que se considera laico, incluso se tiene una imagen distorsionada cuando no falsa de la Iglesia, agravada con incesantes difamaciones y desprestigios. Entre el entendimiento de un creyente y el de un no creyente hay un muro que no es fácil de traspasar.

Ahora bien, el pasado sigue muy presente, la dictadura de casi cuarenta años que hemos sufrido y que se usa como arma arrojadiza en política, ha dejado mella en la doctrina cristiana; se forzó una afinidad entre religión y política que ha pasado factura, y la vinculación de la Iglesia con una visión de la vida conservadora se sigue extendiendo de manera errónea. Una religión cuyo motor es el amor desinteresado, que ha fundado los derechos humanos y ha puesto de manifiesto la dignidad de todas las personas, con miles de fieles que llevan dando la vida por los más desfavorecidos, ¿cómo tiene tan mala prensa?¿Por qué tanta antipatía y pasividad religiosa?.

Vivimos en un mundo demasiado volcado en lo fenomenológico, en lo auditivo, en lo visual, en lo sensitivo, en la tecnología que acapara lo mundano, que nos olvidamos de la percepción espiritual. La creencia en Dios ha sido desplazada a una mera opción sin demasiada importancia.

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