En concreto se descubrieron 74 monedas de oro de los siglos XVI al XVII. La moneda más joven tiene un retrato de Fernando II de Habsburgo, quien fue el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico durante la mayor parte de la Guerra de los Treinta Años. Después del descubrimiento, los arqueólogos aficionados decidieron informar al museo local y posteriormente entregar las monedas al mismo. Actualmente, estas monedas se han transferido a la colección del Museo Moravia, en Zlin. La arqueóloga del Museo, Jana Langova, afirmó "Pudo haber sido propiedad de un residente local que lo escondió durante la Guerra de los Treinta Años o podría pertenecer a uno de los soldados que nunca regresó".
La guerra de los Treinta Años llegó a su final con la Paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos, y supuso el punto culminante de la rivalidad entre Francia y los territorios de los Habsburgo (el Imperio español y el Sacro Imperio Romano Germánico) por la hegemonía en Europa, que conduciría en años posteriores a nuevas guerras entre ambas potencias.
Como ya expliqué en otro artículo las monedas son auténticos libros de historia, a través de las cuales podemos aprender numerosos aspectos de la época en la que fueron acuñadas. Es esencial que hallazgos de este nivel siempre sean conservados en museos o instituciones oficiales para que su conservación sea óptima y todos nosotros podamos disfrutar de ellas.
0 Comentarios