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Anécdotas del Rey Alfonso XIII

Recopilación de anécdotas curiosas del que por entonces fue Rey de España Alfonso XIII, hijo de Alfonso XII y nieto de Isabel II.

Anécdotas Alfonso XIII
Alfonso XIII.

Alfonso XIII y el Campesino,  ¿Quién es el Rey?

Se cuenta que durante una cacería, el rey Alfonso XIII decidió permanecer un rato sentado a la sombra de un árbol para así poder descansar un poco, mientras sus compañeros de la partida de caza continuaron con la actividad.

Poco después se paró frente a él un campesino que estaba de paso, quien le preguntó al monarca si era verdad que por allí andaba el rey y de ser afirmativo le podía indicar quién era, pues le gustaría conocerlo personalmente.

Alfonso XIII se incorporó y pidió a aquel hombre que lo acompañara hasta donde se encontraba el resto de cazadores de la montería y podría averiguar quién era el rey porque todos los presentes estarían con sus cabezas descubiertas menos él.

Al alcanzar al resto de la partida, todos se descubrieron ante el rey a excepción del campesino.
«Ahora ya sabe usted quién es el rey» comentó Alfonso XIII
A lo que el hombre contestó:
«Una de dos. O es usted o soy yo, porque somos los únicos que seguimos con el sombrero puesto»

Fuente: Samuel Red (Las mejores anécdotas humorísticas)

Los desayunos de Alfonso XIII.

Anécdotas Alfonso XIII
Alfonso XIII.
En su calidad de póstumo y heredero a la corona, Alfonsito empezó a acompañar a su madre regente, Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, a los consejos de ministros cuando solo sumaba tres años. Cada día, el niño Alfonso desayunaba cuatro huevos pasados por agua, doce bizcochos, y un plato caliente a elegir o alternar pollo asado, dos chuletas de ternera, un buen filete de vaca, seis chuletas de cordero, dos tournedós o dos escalopes de ternera. En todos los caso y sin excepción, acompañados de una generosa ración de patatas fritas. La merendilla no le iba a la zaga: una taza de consomé, una tortilla de diez huevos con patatas, pollo asado, seis lonchas de jamón serrano; ocho filetitos de lengua de ternera y doce rodajas de solomillo. Con eso se iba sosteniendo hasta las horas de comida y cena. Además y por lo que nos dejó escrito en sus Memorias, una de sus tías, Eulalia o más exactamente María Eulalia Francisca de Asís Margarita Roberta Isabel Francisca de Paula Cristina María de la Piedad de Borbón, el que luego se mostraría como un tirano en los lechos de nobles, plepeyas, izas, rabizas, colipoterras y artistas de distintas variedades, empezó a practicar despotismos dictatoriales en la mesa palaciega. A la mesa era un castizo de pies a cabeza y ponía por delante de cualquier cosa un buen cocido a la madrileña, como la yaya, pero también le entraba a los platillos franceses que se habían puesto en boga en todas las cortes europeas. En cambio, su esposa, Victoria Eugenia de Battemberg, era muy británica en sus gustos y no solía pasara del neutral roast beef y las pastas del té que en lugar de a las five o clock tomaba a las tres, por el aquel de cambio de horarios. Claro que en cuanto a disensiones matrimoniales, la gastronómica siempre fue la de menor importancia. Donde se cortó la verdadera tela fue en los placeres de Venus, que Alfonso disfrutó con su esposa lo justo y necesario para asegurar la descendencia borbónica, esta vez trufada de hemofilia heredada en origen de la reina Victoria.

Fuente: https://historiasdelahistoria.com/2015/05/31/alfonso-xiii-un-digno-sucesor-de-la-glotoneria-y-golferia-de-isabel-ii

Alfonso XIII y el Conde de Lavern

El rey Alfonso XIII quiso agradecer la lealtad y amistad de Pedro Gerardo Maristany y Oliver, (diputado y senador, además de Presidente del Ateneo de Barcelona y hombre de ciencia), nombrándolo Conde de Lavern, un título creado exclusivamente para él.

Dicho nombramiento se hizo efectivo el 4 de enero de 1912 y el recién nombrado conde se lo tomó con buen humor y sin que se le subieran los humos a la cabeza, a pesar de que muchas de las personas de su círculo más cercano lo elogiaban por tan ilustre designación.

Como las visitas a su domicilio, de aquellos que iban a felicitarlo y a hacerle la pelota, comenzaron a hacerse algo pesadas, con gran acierto y sentido del humor indicó a su criada que a partir de aquel momento a todos aquellos que fueran a visitarlo por el título les contestase lo siguiente:

«El señor conde no está en casa. Ha salido a probarse la armadura»
Otra anécdota sobre el simpático personaje del conde de Lavern y su recién nombrado título es la que explica que días después de su nombramiento se encontró con un amigo (algunas fuentes indican que era el propio Alfonso XIII) y le preguntó a qué se debía la mala cara que tenía, a lo que Maristany contestó:

«No sé, debe ser por el cambio de sangre».

Fuentehttps://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/alfonso-xiii-anecdota/

Alfonso XIII y las risas de los cortesanos.

Anécdotas Alfonso XIII
Alfonso XIII.

Estaban en la antecámara del palacio real varios cortesanos. Ríen a placer comentando las páginas de un divertido libro de un historiador que habla en él de deshonestas figuras femeninas. Se abre la puerta de la cámara y aparece en ella la figura del rey Alfonso XIII. Los cortesanos interrumpen su conversación y sus risas.

-¿Estabais hablando mal de mí? –preguntó el monarca-
Un grande de España le contesta: - No Majestad
-Os he oído charlar y reír, y os habéis callado cuando yo he entrado en la cámara
-Pero no hablábamos mal de vuestra Majestad
-¿De qué hablabais?
Uno de los cortesanos se adelanta un paso y responde:
-Señor, hablábamos del último libro de Villaurrutia sobre la reina gobernadora
Paseando a grandes zancadas por la sala, el rey avanza hacia el cortesano y le dice:
-Más valía que Villaurrutia se ocupara de la puta de su mujer y dejara en paz a la puta de mi abuela.


(Anécdota contada por nuestro insigne paisano D. Claudio Sánchez Albornoz).

Fuente: https://www.tribunaavila.com/blogs/curiosidades-y-anecdotas-de-la-historia/posts/la-chuleria-de-alfonso-xiii.

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