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La historia de la Peseta española

Conoce la historia de la peseta española 

Su nacimiento

EL 19 de octubre de 1868 nace la peseta en el contexto de la Unión Monetaria Latina, con la intención, por parte del Gobierno Provisional recién constituido, de adecuar nuestra moneda a la de los países integrantes. 

historia de la peseta española

El Decreto por el que se aprueba el esta- blecimiento de la peseta como unidad del sistema monetario español dejaba atrás una estela de vacilaciones en la ordenación monetaria isabelina, que si bien tuvo importantes aciertos como la adaptación de la moneda al sistema métrico decimal que por entonces se trataba de imponer en España, el asentamiento de las bases de la que iba a ser nuestra moneda y el intento de asimilación a la del resto de Europa, provocó la coexistencia de cuatro sistemas monetarios y la propia necesidad de la reforma. Otras medidas comple- mentarias, como la renovación de la maquinaria para la acuñación, la sustitución del cobre por el bronce en los valores inferiores..., abrieron también el camino hacia la con- solidación de nuestra peseta de una forma considerablemente más estable que la situación política del momento. Y ello sin entrar en consideraciones de orden económico que ha- rían interminable lo que sólo es un breve paseo por nuestra historia monetaria más reciente, la historia que terminará en el 2002 tras 134 años de existencia.
El nombre

ATRÁS quedaban viejas, aunque tradicionales, denominaciones, como el maravedí, el real o el escudo, en la búsqueda de un nombre que sustituyera a los ya conocidos, aunque el término peseta no era nuevo, pues con él se designaba desde el siglo XVII al real de a dos y, posteriormente, al real de a cuatro cuando la equivalencia en la moneda se empezó a expresar en reales de vellón. La elección se basó igualmente en la familiaridad de la gente con un nombre que en los años de Isabel II quizá era común utilizar: no tene- mos el testimonio oral, pero sí el documental, de que los españoles ya manejaban «pese- tas» y «medias pesetas» o, lo que es lo mismo, reales de a cuatro y de a dos, o cuarenta céntimos y veinte céntimos de escudo. Todas las disposiciones monetarias de la Reina ya expresaban la equivalencia de los valores en pesetas; además, en Cataluña habían circu- lado ampliamente desde la guerra de la Independencia.

Las primeras monedas

EL decreto de creación del nuevo sistema monetario, presentado por el Ministro de Hacienda, don Laureano Figuerola, establecía inicialmente la emisión de 5, 10, 20, 50 y 100 pesetas en oro; 1, 2 y 5 pesetas y 20 y 50 céntimos en plata, y 1, 2, 5 y 10 cénti- mos en bronce. La realidad es que el oro no se llegó a acuñar y sólo salieron de las máqui- nas unos ejemplares de prueba de 100 pesetas que ostentaban en reverso el escudo real de España, tipo inadecuado para un régimen político que comienza con una revolución (la Gloriosa) que destronó a la reina Isabel II, y con una clara intención de ruptura con lo anterior, como atestigua el preámbulo del citado Decreto: ... conviene olvidar lo pasado rompiendo los lazos que a él nos unían y haciendo desaparecer del comercio y del trato general de las gentes, aquellos objetos que pueden con frecuencia traerlo a la memoria. Sin embargo, no hay que olvidar que la Constitución de carácter progresista que ratifi- caron las Cortes reafirmaba el principio de soberanía nacional, pero también el de una Monarquía constitucional que, hasta que se encarnara en uno de los candidatos, se estructuró como una Regencia presidida por el general Serrano.

Las primeras piezas se acuñaron en 1869, siendo la unidad la primera en ver la luz, tras una primera vacilación que hace aparecer.

Anverso
La primera pieza acuñada en 1869 es la unidad. Nace con la leyenda de "Gobierno Provisional" en el anverso, en lugar de "España", que figurará en las siguientes acuñaciones y en los valores en plata. El motivo elegido fue la personificación de Hispania recostada sobre los Pirineos, inspirada en las monedas del emperador Adriano. Por su parte, el bronce representaba a España como matrona sentada sobre las rocas. Ambas fueron magníficamente grabadas por Luis Marchionni, que, desde 1861, ocupaba el cargo de grabador principal de la Casa de la Moneda de Madrid.

Reverso

El reverso se dispuso en plata con el escudo de España. Mientras el bronce exponía la figura de un león rampante sosteniendo dicho escudo, imagen que dio pie a la popular denominación de "perra gorda" o "perra chica", dado que la gente vio un perro donde figuraba un león. Tras un concurso internacional, se extrajeron tres bocetos distintos que sirvieron de inspiración para el modelo definitivo de Luis Marchionni.


La historia de la Peseta española
10 centimos 1870, Gobierno provisional.

La historia de la Peseta española
5 pesetas 1869, Gobierno Provisional.



ICONOGRAFÍA 

Desde el origen
Conforme a lo establecido en 1869 se mantiene en el reverso el escudo nacional de España, al que se irán agregando modificaciones. En los anversos se sustituye la presencia de Hispania por la efigie real.

La Segunda República marca la ruptura tipológica, introduciendo motivos de inspiración republicana acordes con la condición del nuevo gobierno. En ocasiones los modelos surgen poco elaborados por la apremiante necesidad de acuñación.

La llegada al poder del general Franco supone un giro en este sentido, introduciendo un retrato modelado en 1947 por Benlliure y adaptado por Manuel Marín. El retrato de madurez se debe a Juan de Ávalos.

Hasta nuestros días
La democracia mantendrá los tamaños y valores incorporando la imagen del rey don Juan Carlos I así como el Escudo Real. Sin embargo, desde 1990, los tipos se renuevan cada año en pos de una intención conmemorativa que puso fin a la tradición exclusivamente monárquica, dando entrada a motivos culturales, artísticos o locales.

La historia de la Peseta española



Cambio

Submúltiplos de la peseta

El céntimo: una peseta estaba dividida en 100 céntimos. Las monedas fraccionarias de la peseta estuvieron en circulación hasta 1983,20​ cuando los céntimos dejaron de tener sentido práctico debido a las sucesivas devaluaciones de la peseta.

El real (real de vellón)la peseta también tenía múltiplos y submúltiplos utilizados coloquialmente. Una peseta se dividía en 4 reales de vellón, puesto que, al ser puesta en circulación, el valor de la peseta se fijó al de cuatro antiguos reales. Desde 1927, las monedas de 25 céntimos (un real) y más tarde, durante la época franquista, la de 50 céntimos (los dos reales) de 1951 eran fácilmente reconocibles por su agujero en el centro.

La perra chica y la perra gordadurante el periodo en el que fueron de curso legal, las monedas de 5 y 10 céntimos eran popularmente conocidas como perra chica y perra gorda, respectivamente. El motivo es el león que aparecía en las primeras emisiones de estas monedas, que el pueblo confundió con un perro.Este apodo de las monedas dio origen a la frase proverbial «Para ti la perra gorda», utilizado para denotar avaricia o testarudez en la persona a la que se le habla, zanjando así la discusión.

Múltiplos de la peseta

El duro: un duro eran cinco pesetas. Este duro era el antiguo peso fuerte o peso duro de 20 reales de vellón.

En las últimas décadas de existencia de la peseta, era habitual ver a personas con gran destreza para manejar las cantidades económicas en duros, es decir, en vez de 100 000 pesetas usaban 20 000 duros, en vez de 150 000 pesetas, 30 000 duros. Los niños también solían hacer sus cuentas en duros, al ser esta la moneda de menor valor en la práctica. Siendo así, eran muy populares las monedas de 5 duros (25 pesetas) y las de 20 duros (100 pesetas).

El kilo: popularmente se designaba como kilo al millón de pesetas puesto que los mil billetes de 1 000 pesetas, necesarios para el millón (cuando el billete más grande en circulación era de este valor), pesaban alrededor de un kilogramo. Este vocablo era muy utilizado en los últimos años de circulación de la peseta, debido al escaso valor de la unidad de moneda y la gran cantidad de pesetas necesarias para hacer cálculos con precios de artículos de coste alto, como viviendas o automóviles. El término no ha caído en desuso por la desaparición de la peseta. Hoy en día, pese a que hace años que entró en circulación el euro, ciertos precios se siguen expresando en kilos (millones de pesetas; 1 millón de pesetas = 6 010,12 €). Ocasionalmente, el vocablo kilo se utiliza para referirse al millón de euros, siendo ampliamente utilizado por la prensa deportiva.

La libra: se denominaba así popularmente al billete o la cantidad de 100 pesetas.

El talego: es la forma en la que se conocía, aunque solo de forma popular y no reconocida oficialmente por organismo alguno, al billete de 1 000 pesetas.

Paridad del euro

El 31 de diciembre de 1998, la peseta dejó de cotizar y fue sustituida por el euro. Pero en los bolsillos este cambio no llegó a notarse hasta el 1 de enero de 2002, cuando el euro comenzó a circular al cambio de 166,386 pesetas por euro. En la conversión, hay un redondeo de dos decimales. La moneda continuó siendo de curso legal en convivencia con el euro hasta el 28 de febrero de 2002, mientras hasta el 30 de junio se pudo seguir cambiando en todos los bancos y caja de ahorros del país. Desde esa fecha, el cambio solo es posible en el Banco de España.Se suele emplear mentalmente la tasa de conversión aproximada de 166,67 pesetas por euro que son 6 euros por cada 1000 pesetas. Esta aproximación tiene un error del 0,17 %.
La historia de la Peseta española


Bibliografía:

- Real Casa de la Moneda.
-Wilkipedia.

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